Reposar en tí.

 

La necesidad humana de estar con otro ser humano. El reposar, el contener y ser contenido. Para nosotros los seres humanos es una necesidad de vida, quizás como respirar, no sé si tanto, pero esa vivencia del respirar uno mismo, y respirar junto a otro, en sus variadas intensidades la percibo como necesidad, y bien, y esto corre por mi cuenta, por mi vivencia, por mi historia, por ese ser presente que soy e intenta andar su camino, dar sus pasos, atravesar la incertidumbre de la vida, de continuar teniendo el valor de aceptar cada instante. No hay vida sin juego, no hay juego sin desafíos, no hay juego y desafíos sin otros con quien compartir el momento, la instancia de vivir con uno mismo y con otros es un momento único e irrepetible, fugaz y concreto, bien real, bien de ese momento, bien de los ojos que se miran y en donde en ese cruzar de los destellos de cada alma, producen la fuerza para que cada uno siga intentando dar otro paso, otro concreto paso hacia el próximo instante. (JC)  

Te vi.....

 

Te vi. Eras vos, seguro. Tu presencia. Sabía que te podía cruzar. Los trenes tienen eso. Pero fui respetuoso de eso, no me acerqué, solo te vi de lejos. ¡¡¡Que linda emoción!!! Es lindo verte. Instantes de la vida que se dan como luces de colores en el alma, y en el cuerpo, es grato, es puro, es sentimiento. Té vi. Seguro eras vos. Tu impronta, tu caminar, tu andar, tu vestir. Ese andar único que enamora, que hace que tenga otro color la vida. Instantes de estrellitas como colibríes. Así, como la vida misma. Te vi, seguro eras vos. Por si no eras vos, te vi igual.

un beso y el ser

Sentir un beso, unos labios con otros en ese juego de miel que endulza lo justo. Un beso que permite contacto, con-tacto, que sutil el encuentro, un beso con-tacto, percibiendo al otro, a otro ser que encuentra tus labios y los siente también con-tacto, porque así lo siento. Un beso que humedece el ser, o eso que uno cree y siente como íntimo, delicado, amoroso, un beso que humedece tu ser, los seres que vibramos con esos besos. Labios, lenguas, dientes, dedos, todo hace un sonido de silencio, un sonido con vibración, un sonido potente que conmueve. Un silencio de música viva, como lo vivo de ese beso, de esos besos. Esos besos que llegan hasta tus pies, esas manos que se entrelazan y sutilmente se atraen y se perciben y se deleitan. Parece solo sensual, pero no lo es, es sensual y algo más. Las manos que suavemente acarician ese preciso cuerpo, delicado, sensible, sublime, un cuerpo que tiene su alma, su espíritu que lo protege y ambos arman esa esencia única, irrepetible, compacta y frágil, amorosa y necesitada, ansiosa y eterna.

Ese beso, esos besos que procuran atisbos de luces que centellean rayitos de pasión y encanto.

Ese beso, esos besos. ¡¡¡Hay de ellos, hay de mí!!!

Un sueño amoroso

 

Anoche y en 2 oportunidades llegaron a mí

como con magia y con delicadeza.

Eran bellas en las dos oportunidades que me visitaron.

Al abrir puertas o ventanas, la vida te da señales,

sí abrís los sentidos se abran los canales, es grato, es bello.

Te ayuda el sueño a vivir lo que la vigilia te abruma, te ayuda

a sentir un aire distinto, un aire de amor, un aire de calidez.

Sus sonrisas me daban ánimo y picardía, eran bellas, sus rostros,

esos rostros lo manifestaban, hicieron que el dormir y el despertar

fuera distinto, liviano, sutil.

¡¡¡¡¡Fue un sueño, pero amoroso!!!!!

Valorar quien soy y lo que tengo.

 Viste todo lo que tenemos!!!

Claro, además de tenernos a nosotros mismos. Nosotros ya somos seres humanos. No tenemos que llegar a algún lugar para serlo, ya lo somos. 

Cuantas cosas, cuantas cosas que ni nos damos cuenta que las tenemos. De las humanas y de las materiales,  son tantas que no tenemos idea y consciencia de ello.

La mente nos lleva siempre a mostrar lo que nos falta. Perdemos idea de lo que somos y poseemos. Y nosotros padecemos la falta,  nos cuesta ver la otra cara. Creo que lo podemos pensar un poco,  darnos un tiempo, nada nos impide seguir viviendo,  pero creo que interesante ver las dos caras 

Cuerpo y Alma

Un cuerpo, un cuerpo hace brote con otro cuerpo. Pero es un cuerpo el que tiene todo, el que destella, irradia, crece, cae, vive, muere, un cuerpo.

Dos cuerpos ya son otra cosa. Se reconocen, se recorren, se abrazan, se acarician, se mecen, se olfatean, se permiten, dialogan en silencio, se respetan, se comunican, se necesitan, se distancian. Todo es de otra manera, ya no es igual, que mágicos y concretos son los cuerpos. Los cuerpos son indescifrables, también por momentos menospreciados, casi no los reconocemos, quizás somos más conscientes de ellos cuando nos duelen, porque no es lo mismo cuando nos dan placer. Sin embargo, son los mismos cuerpos, ¡¡¡misterio!!!, aunque no tanto, vamos con ellos, nos cobijan, nos permiten sentir, tocar, acariciar, y también al revés, y todo esto, creo, es más que hedonismo.

Un cuerpo es un instante cargado de historias. Nos habla, nos dice algo, mucho no lo escuchamos, pero podemos comenzar a hacerlo, cada uno como mejor puede. Un cuerpo es un mapa, un espíritu humano, un sentir, una acción amorosa. Hacemos lo mejor que podemos con él. Reconocer el propio cuerpo es una gran tarea, es lo más cercano a nosotros mismos que tenemos.

Seguro que la amorosidad con nuestro cuerpo nos traerá buenas nuevas, y sino valió el intento.

Caricias

La caricia es una tenue brisa en los dedos, una suave brisa sensual que surca una piel serena, con vida, con vibraciones de placer. ¡Una caricia cuanto puede!

Un encuentro de cuerpos tiene una potencia, una fuerza que integra a todo el propio ser, y el otro ser esta tanto como yo, el lugar que le doy me otorga lugar a mí, el percibirse, el saber de un otro, la conciencia de un otro, el límite de ese otro, los cuerpos y sus vibraciones. No es una quimera, que potencia tienen los cuerpos, un sentido de protección, de cubrir, de dedicación, ¡que fuerza tiene los cuerpos!

Prefiero las caricias a los dolores, sentido común, no es tontería. Un cuerpo que se expresa con ternura, es una flor que perfuma hacia todos los confines del universo. ¿Será mucho?, pero así lo siento.