Los labios, el sabor, los dedos, los senderos, los cuerpos.
Infinidad de sensaciones te da el cuerpo, mezcla de pasión y ternura.
Tu cuerpo, tus dedos, tus uñas, esa sensibilidad...
Hacer que perdure, que se sostenga esa respiración especial, que brille, lento, en juego.
Y sí, los cuerpos tienen esto, y seguro mucho más. Mucho que desconocemos, mucho que sí conocemos. Instantes vividos, presentes, frágiles y eternos.
Se podría hablar mucho, pero solo luego de tocar y tocarse el cuerpo, de respirarse con un otro. Sino es mero divague.
Agradezco a la magia de la vida este encuentro, puede que haya más, o no, pero este vibra aún en mis contornos, en mis entrañas, en mi ser, en mi cuerpo todo.
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